José Manuel Martínez, el hombre de la RADIO

SAN FERNANDO

El hombre de la RADIO

  • La colección ‘Radios de Válvulas JosemaCurrás’ supone un auténtico museo consagrado a su historia

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José Manuel Martínez con algunos de los aparatos de radio de su colección.

Arturo Rivera san Fernando | Actualizado 13.02.2014 – 09:13

Cuando era pequeño, a José Manuel Martínez se le quedó grabado el protocolo que a diario seguía su abuelo para encender la radio que, cubierta con un primoroso paño, presidía la cocina de la casa. Era todo un ceremonial. Una imagen familiar que atesora con sumo cariño.

Y fue también el germen de una afición que despertaría años más tarde y a la que lleva consagrado cerca de 25 años. Al regresar un día al pueblo gallego del que es originaria su familia -la aldea Os Currás, en San Sadurniño (La Coruña)- comprobó que el viejo aparato de radio había sido sustituido por otro mucho más moderno. Preguntó por él, lo rescató del desván donde había ido a parar con los trastos viejos y se lo trajo hasta su casa en La Isla. Allí, sin tener mucha idea, decidió repararlo. Le echó horas al tema y empezó a cogerle el gusto. Fue la primera radio antigua que arregló. Hoy, por sus manos han pasado cientos de ellas, de todo tipo, marca y condición, de todas las épocas, fabricantes y nacionalidades, desde Estados Unidos hasta Alemania. Con el paso del tiempo se ha convertido en todo un experto. Busca radios antiguas, las repara y las pone en funcionamiento. Muchos acuden a él con aparatos que son auténticas reliquias de la familia y le piden que los arregle. Hay grandes aficionados al tema -reconoce- aunque no muchos por esta zona.

José Manuel se queda con aquéllas que más le gustan y da salida al resto. Ahora mismo, podría decirse que tiene entre manos en torno a dos centenares de aparatos de radio. Unos 80 aproximadamente son los elegidos, los que forman una colección que ha bautizado con el nombre de Radios de Válvulas JosemaCurrás. Le ha puesto por apellido el nombre de la aldea gallega de su abuelo y su padre en la que empezó a tomar forma su afición, un gesto sentimental. «Es una forma de homenajear a la familia», explica.

Su colección -dicen los expertos- es realmente extraordinaria. Cuenta con aparatos de radio que abarcan desde la década de los años 20 hasta los transistores que llegaron en los 70 del siglo pasado. Incluso con rarezas como un fonógrafo de 1895, una gramola Edison de 1908 y un gramófono de trompeta. Y curiosidades como los altoparlantes que hacían de altavoces en los aparatos de radio de principios del siglo pasado. Digno de ver. El año pasado incluso estuvo a punto de exponer su colección en el Centro de Congresos. Hubo varios contactos con el Ayuntamiento pero al final -explica- la cosa no llegó a fraguar. Su trabajo, reconoce, es más bien discreto.

La historia de José Manuel, hoy que se celebra el Día Mundial de la Radio, ilustra a la perfección la importancia que este medio de comunicación ha tenido a lo largo de la historia. El lugar preeminente que la radio ocupaba en la casa de su abuelo y que sirvió para fraguar a fuego su afición -una escena que se repetía en cada hogar- da buena cuenta de esa trascendencia que ha llegado hasta nuestros días y a la que hoy se le rinde homenaje en todo el mundo.

 
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